miércoles, 14 de diciembre de 2011

El Palacio Azul de los Ingenieros belgas


Leny nos comenta la reunión de ayer.
"El palacio azul de los ingenieros belgas" de Fulgencio Argüelles.
Casi una total unanimidad en el grupo a todos nos ENCANTÓ, menos a Pilar, y gracias a eso la reunión tuvo un poco más de chispa, porque si no seríamos un grupo unísono alabando las proezas narrativas, literarias, poéticas……………….etc. de esta novela.
Pero bueno, vamos partes, primero porque no gustó y luego porque gustó.
Para Pilar le pareció demasiado “mentira”, una historia demasiado irreal para poder ser cierta. Los personajes no le resultaron creíbles, eran demasiado cultos e inteligentes.
Aunque no por ello dejo de valorar el gran trabajo que tuvo que suponer escribir esta novela reconociendo su buena técnica y por ello le dio incluso un poco de pena que tanto trabajo estuviera desaprovechado por no estar la novela más ligada a la realidad del contexto histórico en el que se desarrolla, le revolución del 34 en la zona minera asturiana.
Al resto nos gustó precisamente por todo lo que a ella no. Como bien expuso Nieves el autor no busca hacer novela histórica, nos pareció más un canto, incluso un cuento a la sabiduría, al amor, a los sentimientos. Como dice el propio autor en una entrevista: “es la historia de Nalo, un aprendiz de jardinero empeñado en buscar y alcanzar la sabiduría”.
Un canto de una belleza narrativa increíble, un gran monologo interior, donde resaltaron especialmente las siguientes características:
El uso fascinante de las palabras, creando larguísimas oraciones subordinadas en las que sin embargo nunca te sentías perdido.
La casi total ausencia de puntos y aparte, y como a pesar de ello no se hacía una lectura cansada si no que te enganchaba cada vez más.
Las descripciones. El autor utiliza todo tipo de términos en sus descripciones, podemos leer términos matemáticos para describir a la señorita Julia, términos relacionados con la botánica para describir el cuerpo de Elena, y contrario a lo que pueda parecer son descripciones llenas de vida y fuerza.
Los personajes, especialmente los abuelos, ella siempre hablando con refranes y él, con sus silencios y su rebelión. Nalo con su inocencia, cuando empieza la novela es casi un niño, y cómo evoluciona con sus ansias de aprenderlo todo o Eneko con sus musas, sus mariposas y su gran sabiduría, Lucía con su poesía y sus trajes de colores, Alipio con su revolución, Basilio “que habla como si estuviera leyendo”, y así todos, uno por uno tienen alguna característica que ayuda que crear este universo casi lírico que es “El palacio azul de los ingenieros belgas”.
La novela se comparó con el realismo mágico, incluso la madre de Nalo, al morir su marido, como “la tierra de los geranios”, como uno de los personajes de “Cien años de soledad”.
Por otro lado también reconocimos que debajo de ese lirismo existe una crítica social hacia la explotación de los trabajadores, la pobreza, las diferencias entre ricos y pobres, etc.
Me gustaría acabar citando al autor explicando lo que es su novela porque creo que es el mejor resumen posible.
“En esta novela he querido reflejar la búsqueda constante del conocimiento y la perfección, el ansia por la transformación de las cosas, el amor como la manifestación más humana del conocimiento compartido, la convivencia y la confrontación de dos mundos coincidentes y divergentes: ricos y pobres, y, en definitiva, la visión personal, y ausente de rencor, de un momento de revoluciones que confundió definitivamente el curso de nuestra historia”

1 comentario:

  1. Como os había comentado no la leí, así que después de leer esta entrada, tengo todavía más ganas, aún si cabe, de leerla.
    Felicitar Leny por la entrada, está muy bien y anima a la lectura.
    Saludos

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