La penúltima lectura del club de lectura fue "La herencia de Eszter" de Sándor Márai. Al no poder asistir personalmente a la reunión celebrada el pasado 10 de mayo me limito a transcribir un pequeño resumen.
Instalada en la casa que heredó de su padre y con la sola compañía de una pariente anciana, Eszter es una mujer soltera que vive con la placidez y tranquilidad de quien ha logrado adaptarse a lo que la vida le ha deparado. Hasta que un día, inesperadamente, recibe un telegrama de Lajos, viejo amigo de la familia, anunciando su inminente visita. Canalla encantador y sin escrúpulos, cuyas magníficas dotes de actor le confieren un poder de seducción irresistible, Lajos no sólo traicionó a Eszter, sino también destruyó a su familia y les quitó todo lo que poseían, salvo la casa en la que viven y cuyo jardín es su único y escaso medio de subsistencia. Ahora, tras una prolongada ausencia, Lajos regresa y Eszter se prepara para recibirlo conmovida por un torbellino de sentimientos contradictorios. Con la inevitabilidad del destino como eje central de la narración, La herencia de Eszter se desarrolla de una forma totalmente inesperada y paradójica. El vividor y mentiroso Lajos, con su inagotable energía, es un vendaval de vitalidad, alegría y pasión por la vida que sólo por el hecho de existir pone permanentemente en entredicho la aparente solidez de las convenciones morales más arraigadas.
Este libro me lo recomendo una amiga que hace mucho que no veo. Creo que la protagonista es una mujer muy vulnerable que asume tener una pasión que a veces no le deja ver más allá de los intereses de su amado sin tener en cuenta los suyos propios. ¿ Pero quién no daría todo por amor? hasta que uno se da cuenta de la verdadera cara que tienen las personas que queremos y no la que nosotros les queremos ver. Hay muchos Lajos por el mundo y muchas Eszter, el libro consigue que se refleje esta realidad y se aprenda de ella.
ResponderEliminarResumes muy bien la esencia del libro. Cuando estamos enamorados a veces tenemos una venda en los ojos que nos impide ver los aspectos que nos desagradan del ser al que amamos. Hay que tener la valentía de quitar la venda, afrontar la realidad y decidir si queremos que sean otros ojos los que nos guíen o tomar nosotros las riendas de nuestra propia vida.
ResponderEliminarDel libro precisamente no me gusto el hecho de que Eszther, aún habiéndose quitado la venda de los ojos, deja que sea Lajos el que dirija su destino.