Lorena nos recomienda la lectura de esta novela. No había leído nada de Espido Freire y nos comenta que le gusto mucho porque es rápida y fácil de leer. Compara la maldad de una persona "normal" con la maldad de una personalidad trastornada o enferma. Tiene un final sorprendente que no quiere comentar en detalle para no desvelar nada del final.
Irlanda es la primera novela publicada de Espido Freire. Cuenta la historia de Natalia, muy afectada por la muerte de su hermana, es enviada al campo a pasar el verano en compañía de sus primos Irlanda y Roberto.
Irlanda es la primera novela publicada de Espido Freire. Cuenta la historia de Natalia, muy afectada por la muerte de su hermana, es enviada al campo a pasar el verano en compañía de sus primos Irlanda y Roberto.
La infancia de Natalia no es como la del resto de los niños, ella tiene que ayudar a su madre a cuidar a su hermana enferma, una cría que se compadece de lo poco que va a poder disfrutar de la vida y sin querer convierte uno de sus sueños en las metas de Natalia: conocer el amor. Cuando Sagrario fallece la madre envía a Natalia a pasar el verano al campo a una casa familiar con sus primos Roberto e Irlanda.
Irlanda es como una princesa que lo sabe todo, lo puede todo, llegará más lejos que nadie, estará por encima de los demás y será inalcanzable sólo con desearlo. Natalia se mira en sus ojos y no le gusta lo que ve. Ella es poca cosa, tiene aficiones poco comunes en las adolescentes y no tiene la misma experiencia infantil que Irlanda.
Finalizando el verano Natalia reaccionará extrañamente ante la ruptura del sueño de su hermana convertido en meta para ella... y a su manera, explotará. En ese momento se produce una confesión y un acto irremediable.
Natalia, acompañada siempre de los fantasmas que la acosan, los buenos y los malos, no es lo que parece. Pero es el lector quien debe comprender por qué piensa como piensa y por qué actúa como actúa.Una novela en que la belleza, la crueldad y los presentimientos recrean una atmósfera inquietante e irresistible.
"Una historia común, pero que Espido Freire sabe narrar adornándola con fantasmas del pasado, con recuerdos. Una constante en sus novelas y que a veces son felices, a veces agridulces, pero que incorporan cierta blandura a esta historia triste. Y con esta blandura se contrarresta un poco el enfrentamiento entre los dos personajes principales de la novela, Natalia e Irlanda. Dos personajes diferentes, antagónicos en cuanto a comportamientos y carácter: Natalia, una niña inocente, tímida, encerrada en su mundo de recuerdos, plantas y herbarios, y que pugna por salir de ese mundo de niña para adentrarse en el de mujer. Y esos intentos son contrarrestados por una Irlanda bella, soberbia, perversa, conocedora de sus encantos y que al modo de una bruja mala de cuento infantil destroza sistemáticamente los intentos de Natalia por salir de su mundo de fantasía y recuerdos. Un enfrentamiento que es centro de toda la novela, como si de una moderna adaptación de un cuento infantil se tratara: la bondad y la inocencia contra la maldad y la mentira. Y así, entre dimes y diretes, Espido Freire nos conduce lentamente al final de la historia, un final imprevisible e inesperado, casi increíble al mirar hacia atrás y ver como se ha desarrollado el libro previamente, y que demuestra la sapiencia de aquel dicho popular que dice las apariencias engañan. Y es que muchas veces las flores más inocentes son las más venenosas. Y con ese final termina una novela breve en extensión, pero preñada de intensidad emocional. Tanto que a esta que escribe más de una vez durante su lectura le ha resbalado una lágrima por la mejilla al comprobar la crueldad que puede encerrar una historia tan corriente como la vida misma"
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