Empezar a utilizar las nuevas tecnologías, en un primer momento puede asustar. Es un mundo desconocido al que nos tenemos que enfrentar. Hay que aprender cosas nuevas y en ese sentido, conoceremos nuestras capacidades pero también nuestras limitaciones. Pero hay que perder el miedo. Su manejo es muy sencillo y nos hace más fácil muchas actividades de la vida cotidiana. Además, nunca es tarde para aprender.
Este año, me regalaron para mi cumpleaños un eBook Reader (un libro electrónico). En un primer momento pensé, no lo voy a saber manejar, seguro que me cansa la vista, además teniendo la biblioteca para qué, no lo necesito.
Nada más lejos de la realidad. Es muy fácil de manejar, no cansa la vista porque no es lo mismo que leer en el ordenador y finalmente, quién me iba a decir que iba a tener mi biblioteca tan lejos.
Así que lo que en un principio me pareció un lujo hoy para mí es una necesidad.
Vamos hablar de las ventajas y desventajas del libro electrónico frente al libro de toda la vida.
En el libro electrónico puedes meter una biblioteca entera y llevártela, por ejemplo, a Polonia. No hay necesidad de pagar por exceso de equipaje. También podemos llevarlo en el bolso y aprovechar cualquier momento para leer, nuestra espalda nos lo va agradecer. Porque si llevas "El Aleph" de Jorge Luis Borges no pasa nada, pero si te toca cargar con el "Quijote"...
Así que hay razones de peso para elegir el libro electrónico.
Con el libro electrónico podemos elegir el tamaño de letra con la que queremos leer (XS, S, M, L, XL y XXL).
Con un solo clic podemos buscar una palabra en el diccionario, subrayar partes del libro y hacer dibujos, que por otra parte es un delito hacer con un libro de la biblioteca. También podemos hacer nuestras anotaciones. Y todo ello queda guardado en el libro electrónico.
Puedes utilizar el libro muchos días sin necesidad de apagarlo, tiene un sistema automático de modo descanso. La batería dura mucho tiempo y cuando se acaba se recarga lo mismo que el móvil. Así que yo lo abro y lo cierro como un libro de papel.
Como os había dicho no cansa la vista. A mí es lo que más me llamo la atención porque no me lo creía. Con los libros de papel, según la calidad, a veces la tinta no es muy uniforme, si lo lees al aire libre puedes tener reflejos con el sol y resultar molesto. Pues con el libro electrónico es más fácil la lectura y no tiene ninguno de estos inconvenientes.
Bueno ya iréis descubriendo más cosas los que os apuntéis al curso.
Que tengas un libro electrónico no significa que no vuelvas a leer un libro en papel y que no vuelvas a la biblioteca. Porque te perderías muchas cosas.
A mí me encanta ir a la biblioteca y cuando voy a por un libro ojear y hojear los demás. De esta manera conoces muchos títulos y muchos autores.
Un libro de papel tiene una portada, una forma característica, un olor y todas esas cosas contribuyen a que te quede más grabada en la memoria su lectura. A medida que vas leyendo y pasando páginas, es más tangible la llegada al final. Con el libro electrónico ves el número de página, no es lo mismo.
Y lo que no llevo nada bien es que no puedo usar un marcapáginas tradicional. Con un solo clic en una esquina del libro ya marcas la página.
Tengo la colección de marcapáginas del concurso que organiza la biblioteca y que diseñan los niños y niñas de Candás. Aunque tengo que reconocer, como buena coleccionista, que los tengo bien guardados por miedo a perderlos o estropearlos. Normalmente utilizo lo que tengo más a mano, un billete de tren o del autobús, una entrada del cine o un ticket de la compra.
Finalmente os muestro este vídeo de la lucha entre el libro electrónico y el de papel.
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