El animal piadoso Luis Mateo Díez

Luis Mateo Díez con su particular mundo nebuloso y espectral ubicado en Celama, Ordial y Armenta ha levantado pasiones en nuestro club. Para algunos es un libro cargado de literatura donde se relata la cruda realidad, una novela donde prima la forma y el estilo cuidado del autor, con descripciones precisas del paisaje castellano que algunos ubicaron en las ciudades de Ponferrada, la Robla o Villablino,esta última ciudad natal del autor. La historia de un asesinato sin resolver llena de intriga hasta el final. Los "detractores" opinan que es una novela demasiado densa, con frases muy largas, muy filosófica y en esa densidad filosófica algunos han reconocido que sean perdido y tuvieron que releer la novela para encontrarse o no.

En lo que estamos de acuerdo es que la lectura de "El animal piadoso" no nos ha dejado indiferentes.Cuando saboreemos una copa o una bolita de anís nos acordaremos del comisario Samuel Mol, de sus dilemas personales y morales, de su sentido de la piedad y de la misericordia.

La lectura dio lugar a un acalorado debate,afortunademente no se llegó a las manos y ningún libro salió volando por la ventana. Todo lo contrario fue una sesión muy animada en la que todos dimos distintos e interesantes puntos de vista.

Se mencionó que quizás el motivo de la no comprensión de la novela podría deberse a que la diferencia de edad entre los lectores del club hace que algunos lectores puedan entender la actitud y personalidad del protagonista, su evocación al pasado o cuestiones más existenciales de la vida. También se mencionó que no solo es un factor de comprensión las diferentes etapas de la vida, influyen también las circunstancias del momento,los diferentes estados de ánimo hasta el puramente físico.

Desde mi punto de vista la literatura, la música, el arte, el cine transmiten diferentes sensaciones y tenemos que estar abiertos a ellas pero no siempre percibimos estas sensaciones con la misma intensidad o la misma manera. Esperamos que aquellos que nos hemos sentido perdidos en la niebla de Armenta y Ordial nos encontremos de nuevo con "Las Luces del Puerto" de José Ángel Ordiz.