Un compañero del club partirá a un lugar de la "Gran Bretaña" y dejará atrás su "Patria Querida". No se va para la guerra, pero va a luchar con el idioma. La mejor arma: "El agua de Santarúa que fai a la xente aguda". Deseamos, Victor, que tengas una buena experiencia.
Ya en tiempos de "María Castaña" Doña Berta se enfrentó al mismo dilema. La díficil decisión de abandonar lo conocido para ir en busca de un ideal que tiempo atrás le fue arrebatado.
El lenguaje de Clarín , en la actualidad, pueda resultar un tanto arcaico, recargado, con excesivo empleo de sinónimos y descripciones. Características literarias con las que algunos lectores se recrean y otros se aburren. Pero como dice el refrán "Sobre gustos no hay nada escrito". El hecho curioso es que precisamente los relatos de Clarín como los de Chéjov, ambos escritores del siglo XIX, fueron los que más juego nos han dado para hablar de los temas más actuales: el robo de niños en España durante el franquismo, la emigración de muchos jóvenes en búsqueda de oportunidades laborales y el papel de la mujer en la sociedad.
También tuvimos ocasión de recordar, sobre todo aquellos que son "más viejos que la Baragaña", cómo eran las playas de Candás, la de Rebolleres "con su perfume embriagador" y ver fotos antiguas de Candás.
Basta un poco de imaginación para comprobar que los relatos de Clarín estarían de rabiosa actualidad. Doña Berta sería una madre coraje que diría:" Por mi hijo MAR CHO". La veríamos a ella, a sus hermanos, a Sabelona y hasta el gato, todo el día en la televisión . Ángel Cuervo, sería un afamado psicólogo con la agenda repleta. Escribiría libros de autoayuda, número uno de la lista de los más vendidos. Con títulos como:"Plántale cara a la muerte" o " El muerto al hoyo y el vivo al bollo" y sin lugar a dudas lo veríamos cada poco en fiestas benéficas donde dieran bien de comer . Superchería un thriller con segunda entrega, habría que descubrir el misterio del dedo, que digo yo que se haría más famoso que el de E. T, el extraterrestre. Snob, os invito a imaginar a Paris Hilton o a Victoria Beckham en Candás, eso sí, confiaría en que nadie del pueblo les tirase piedras porque van en Limusina. Los tiempos cambian ¿ o no?.
